Todavía nos acordamos de la caladura de ayer. Las zapatillas de Roberto aún no se han recuperado, y lo peor es que ha amanecido igual, lloviendo, con menos intensidad, pero lloviendo. Así que, paraguas en mano otra vez, nos hemos dirigido a la zona del mercado. Hoy hemos llegado más temprano que el otro día, una hora antes, a eso de las 10:20, con la intención de ver una mayor variedad de género. Como se aprecia en las fotos, había una mayor actividad, pero daba la impresión de que empezaban a recoger!
Atunes pocos. Alguno de tamaño normal, otros 'lomos' y algún congelado. Algunas variedades de peces, ni idea de lo que eran. Sorprendía el tamaño de algunos moluscos.
Hemos seguido caminando dirección Nihonabashi (gracias Nuria por la recomendación). Ha sido todo un acierto acercarse hasta aquí. Aquí esta Susana junto al Nikkei (el Ibex35 japonés).
Una vez dejados atrás los grandes rascacielos de esta zona (bueno, es que en Tokyo hay un skyline considerable repartido por toda la ciudad), andar unos cientos de metros, doblar una esquina y, espera ¿nos hemos salido del plano? ¿Sigue siendo esto Tokyo? De repente, un barrio en toda regla, vamos, lo que nosotros entendemos por barrio. Casitas bajas, tiendas pequeñas, familias paseando, ancianas haciendo la compra (y jugando a no sabemos que juego en la calle haciendo girar una caja de madera por la que salía una bola de colores), gente haciendo cola para comer en alguna izakaya (tasca) o simplemente para comprar algo de comida... Cómo nos gustan estos sitios, tan alejados de las muchedumbres, de lo típicamente turístico. Y esta zona de Nihonbashi nos lo ha ofrecido.
Y como nos gusta integrarnos en lo que vemos, allá que nos hemos puesto a la cola de un puesto que elaboraba a la brasa unos pececitos (ojo, de pez solo tenía la forma) compuestos por una masa de harina rellena de pasta de judía roja dulce). La gente se las llevaba por docenas, y otros, como hemos hecho nosotros, una para cada uno para ir comiéndolo por la calle. Qué bueno estaba !
Unos pasos más adelante en esta calle, otro sitio con cola, con pinta de antiguo, en el que la especialidad eran una especie de tortas de arroz saladas, que estaban súper buenas.
Con el estomago lleno, la vida se ve de otra manera, no creéis? Hemos seguido nuestros pasos de nuevo hacia la zona más comercial de este barrio, para entrar en Coreda 2, uno de los tres centros comerciales que esta marca tiene por aquí. Cada uno con más de 5 plantas y tiendas y productos de todo tipo. Este centro comercial, a diferencia de otros que hemos visto, nos ha gustado mucho. Además, los precios estaban muy ajustados, y es que puede que ésta no sea una zona tan turística. Recomendable para todo aquel que necesite comprar algún detalle de Japón.
Como el tiempo acompañaba, hemos continuado a pie para adentrarnos en otro barrio o distrito, el de Marunouchi, y que tiene a la Estación Central de Tokyo como punto central.
Sin embargo, este barrio se distingue también por su cantidad de centros comerciales de bastante lujo, y de una calle semi peatonal que lo recorre de norte a sur con árboles, jardineras, bancos... y más tiendas de lujo, miráramos por donde miráramos.
Seguimos. Desde aquí, el Palacio Imperial y sus Jardines queda a menos de 10 minutos andando. Comentar que el Palacio, donde reside el Emperador, no se puede visitar, y los jardines interiores tampoco.
Sí que te dejan ver los jardines exteriores, atravesando el foso y la muralla exterior.
Somos ya casi unos expertos en jardines japoneses, pero aún así, merecía la pena acercarse a contemplar como se puede uno aislar del ruido y la vorágine comercial, escuchando el murmullo del agua...
Y con esta visita, hemos puesto fin a nuestra aventura de este año. Quedaba por delante un largo viaje de regreso, que los amigos de la Turkish han endulzado un poco, asignándonos asientos de business en el vuelo de Estambul a Bilbao, no sabemos si porque les llevamos 'acosando' desde que nos cancelaron el vuelo de ida o por otra razón. El hecho es que tras las 11 horas de vuelo desde Tokyo y la espera en el aeropuerto de Estambul, nos ha sentado de maravilla.
En unos días, publicaremos una última entrada al blog a modo de resumen, donde intentaremos recopilar las mejores experiencias, anécdotas y recomendaciones del viaje, para que le sirvan a todo aquél que esté pensando en Japón como destino vacacional.
Gracias a todos por vuestros comentarios y por seguir un año más nuestros pasos por el mundo.
Sayonara Japón !